Se examina la viabilidad financiera de la entidad, determinando causas y efectos, así como su proyección futura bajo las condiciones actuales en las que opera. Este producto debe estar acompañado de un due diligence financiero, de un análisis de portafolio de crédito, así como una evaluación del talento humano, tanto a nivel de dirección como de productividad del personal de campo. El due diligence financiero determinará, a través de sus flujos reales de caja y proyecciones razonables, las alternativas que se tienen para una posible reestructuración de deudas, así como adecuar los planes de pagos a los futuros flujos de caja. Se proponen caminos alternativos de reestructuración de la deuda en plazos adecuados al flujo de caja, y se asesora en la negociación con los inversionistas