La gobernabilidad de las entidades tiene una importancia fundamental y es uno de los riesgos que más se ha incrementado en ellas, el cual se determina de acuerdo a las estructuras de propiedad.
Se examinan derechos de propiedad y la determinación y forma de elección de los miembros de la Junta Directiva, sus estatutos, alternancia de sus miembros, así como la incorporación de directores independientes.
Revisión de normativas internas y externas para los órganos de dirección; ética y conflictos de interés; comunicación y transparencia; valuación del desempeño eficiente; seguimiento y control de la administración; toma de decisiones de la administración en el día a día, sin intervención por parte de los órganos de dirección; decisiones estratégicas y su implementación; relación del Directorio con los comités; composición de la Junta Directiva y su perfil; y relevo generacional. Este análisis se hará sobre la base de las mejores prácticas de gobierno corporativo.